¡sinopsis! |
Las correcciones (Salamandra,
2002) de Jonathan Franzen (Western Springs, Illinois, 1959) marcó un
punto de inflexión en la trayectoria de su autor y lo consagró como uno
de los más destacados escritores norteamericanos contemporáneos y uno de
los más finos intérpretes de la compleja realidad de nuestra época. Con esta
historia inmisericorde de típica familia norteamericana, Franzen obtuvo
el National Book Award y el Premio James Tait Black Memorial, fue finalista
de los premios Pulitzer y Pen/Faulkner, vendió cuatro millones de
ejemplares y su éxito alcanzó una dimensión internacional.
De este meticuloso retrato de los Lambert emergen de forma brillante y profundamente humana las angustias y contradicciones de toda una sociedad, la norteamericana, y de una época, la última década del siglo XX. Alfred Lambert es un ingeniero de ferrocarril jubilado cuya percepción de la realidad empieza a resquebrajarse a causa de la enfermedad de Parkinson. Su esposa Enid, tras cincuenta años de matrimonio, sigue obsesionada con mantener el orden en su enorme casa de un próspero barrio residencial. Los tres hijos se establecieron en la costa Este años atrás, lejos del hogar familiar. El mayor, Gary, es un alto ejecutivo bancario, un modélico padre de familia acosado por el fantasma de la depresión. Chip, el segundo, tras su fracaso en el mundo académico, se ha enfrascado en un nuevo proyecto de dudosa legalidad. Y Denise, la menor, extremadamente competitiva, triunfa como chef de un restaurante de moda, pero sufre los reveses de una vida sentimental inestable. En el país, la realidad económica corrige las expectativas sobrevaloradas del mercado bursátil, mientras los medicamentos más avanzados corrigen los trastornos del ánimo. Pero, en el ámbito de la familia, ¿pueden los hijos corregir los errores de sus padres? Y en un orden de cosas más concreto, ¿logrará Enid reunir a todos sus hijos para pasar una última Navidad juntos?
De este meticuloso retrato de los Lambert emergen de forma brillante y profundamente humana las angustias y contradicciones de toda una sociedad, la norteamericana, y de una época, la última década del siglo XX. Alfred Lambert es un ingeniero de ferrocarril jubilado cuya percepción de la realidad empieza a resquebrajarse a causa de la enfermedad de Parkinson. Su esposa Enid, tras cincuenta años de matrimonio, sigue obsesionada con mantener el orden en su enorme casa de un próspero barrio residencial. Los tres hijos se establecieron en la costa Este años atrás, lejos del hogar familiar. El mayor, Gary, es un alto ejecutivo bancario, un modélico padre de familia acosado por el fantasma de la depresión. Chip, el segundo, tras su fracaso en el mundo académico, se ha enfrascado en un nuevo proyecto de dudosa legalidad. Y Denise, la menor, extremadamente competitiva, triunfa como chef de un restaurante de moda, pero sufre los reveses de una vida sentimental inestable. En el país, la realidad económica corrige las expectativas sobrevaloradas del mercado bursátil, mientras los medicamentos más avanzados corrigen los trastornos del ánimo. Pero, en el ámbito de la familia, ¿pueden los hijos corregir los errores de sus padres? Y en un orden de cosas más concreto, ¿logrará Enid reunir a todos sus hijos para pasar una última Navidad juntos?
¡curiosidades! |
Te recomiendo el artículo de Abel Grau en El País: “La tele
no se atreve con 'Las correcciones'”
Demasiado compleja para la televisión. Esa es la sorprendente razón que
ha dado la cadena HBO para descartar el proyecto de adaptar la exitosa novela
Las correcciones, de Jonathan Franzen, a la pequeña pantalla. Según informa el
portal Deadline, tras ver el episodio piloto los productores aducen que la
trama está llena de saltos temporales, cortes, miradas al pasado y vueltas al
presente, y que, aunque funcione perfectamente en el libro, al trasladarla a la
televisión sería difícil sostenerla. Lo que plantearía un desafío –ay- a los
espectadores, a quienes no sería fácil seguirla. Y dado el coste de producción
-con actores y guionistas de primera-, la cadena ha visto difícil que sea
rentable.
No se puede negar que habían apostado fuerte. Querían una adaptación a la
altura de la aclamada novela, un implacable retrato de la América de los años
noventa. La teleserie la iban a pilotar el guionista indie Noah Baumbach (Life
Aquatic), que escribiría los capítulos a cuatro manos junto al propio Franzen,
y el poderoso productor Scott Rudin, colaborador habitual de David Fincher (Los
hombres que no amaban a las mujeres), un Rudin que ya se interesó por los
derechos del libro hace una década. Encabezaban el reparto Ewan McGregor y
Maggie Gyllenhaal, junto a Chris Cooper, Dianne Wiest y Rhys Yfans. El estreno
estaba previsto para 2013. Y el hecho es que las interpretaciones gustaron a
los productores, según Deadline. Pero sin tener claro si la serie iba a conseguir
una buena audiencia, han dado carpetazo al “denso” Franzen. Muchos lectores que
ya fantaseaban con sus personajes en la tele se han quedado con las ganas.
¡biografía! |
Jonathan Franzen |
Jonathan Franzen (Western
Springs, Illinois, 1959) fue elegido en 1996 entre los Mejores Jóvenes Novelistas Norteamericanos en la prestigiosa
revista Granta. Además de Libertad (salamandra, 2011),
ha escrito las novelas Ciudad veintisiete (1988), Movimiento
fuerte (1992) y Las correcciones (2001).
Esta última marcó un punto de inflexión en su trayectoria: obtuvo el National Book Award y el Premio James Tait Black Memorial, fue
finalista de los premios Pulitzer y Pen/Faulkner, y fue descubierto por
millones de lectores en todo el mundo. Franzen
ha escrito, asimismo, dos obras de no ficción: Cómo estar solo,
una recopilación de sus ensayos, y Zona templada, un libro de
memorias. En la actualidad, vive entre Nueva
York y Santa Cruz, California
¡más sobre el autor y su obra! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario